Queridos Hermanos,
Queridos amigos,
Presionado por el imperioso deseo de apoyar a los Hermanos, a los Laicos y a los jóvenes de nuestros establecimientos de Haití, me he hecho presente allí del 10 al 18 de marzo pasado, acompañado del H. Louis Balanant, ecónomo general. En estos ocho días nos hemos podido dar cuenta de la gravedad de la situación y también de la confianza de los haitianos para no desesperarse, sino para poner manos a la obra. El temblor de tierra del 12 de enero de 2010, de una magnitud de 7.3 en la Escala Richter, duró 35 segundos. Los edificios insuficientemente robustos no pudieron aguantar, pero también los otros han quedado debilitados por el furioso asalto de esta sacudida.
Nuestros Hermanos, los jóvenes de nuestras casas de formación y otras personas con las que nos hemos encontrado, en particular en Saint-Louis de Delmas, nos han contado lo que han visto y vivido: que la tierra se levantaba como las olas de un mar desencadenado; las casas sacudidas por estos violentos movimientos que se derrumbaban con un ruido espantoso; los numerosos heridos de los que nadie podía hacerse cargo por falta de medios y que se les dejaba a las puertas de los abarrotados hospitales; también los muertos, muchos muertos, niños, jóvenes y tantos otros; y el inmenso sentimiento de impotencia ante la magnitud del desastre.
Ha sido también tiempo de solidaridad, de ayuda mutua a pesar del peligro. Un Hermano nos contó cómo algunos jóvenes y algunos Hermanos trataron de ayudar al H. Joseph Bergot atrapado bajo pesadas bigas de cemento entre los escombros de la Casa La Mennais, exponiéndose a las peligrosas réplicas que seguían matando. Una magnífica abnegación en estas circunstancias terriblemente difíciles.
Aún hoy, cuando recorremos las calles de Port-au-Prince o nos dirigimos dirección Léoganne – ciudad destruida al 90% y cuya antigua escuela de los HH. ha quedado completamente arrasada – nos vemos impresionados por la cantidad de edificios devastados. En esta ciudad así como en Port-au-Prince habrá que reconstruir todo…
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Cartas a la familia menesiana, Provincia - 27 de marzo de 2010 - Hno. Yannick, Superior General
“Jesucristo nos ha sido dado por Rey, por Maestro y por Modelo.” (Carta del 15 octubre 1839. ATC VI p. 240)
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