Menesianos

Para los Hermanos y Laicos de la Provincia de la Inmaculada Concepción, Bialet Massé representa, el corazón de su misión en común. Para celebrar estos 75 años de presencia menesiana en Argentina, nada más normal que vivirlos en tres días de fraternidad para reavivar el soplo fundador. El Congreso pedagógico menesiano que se desarrolló allí fue una rica experiencia de convivencia, de estudio y de oración.
He sentido allí un soplo de gozo como una experiencia fuerte de comunión. He percibido la expresión de una fuerte convicción: Laicos y Hermanos, juntos, deben percibir los desafíos de una educación menesiana que, sin perder nada de su pertinencia evangelizadora, debe dar a los jóvenes y a los niños la educación y la enseñanza que necesitan para construir su futuro.
He compartido la alegría contagiosa de los participantes vivida como una gracia y como una fuerza nueva. Laicos y Hermanos han podido escuchar a Juan María de la Mennais decirles aquello que él decía a los Hermanos: «Ustedes son mensajeros de amor y de paz ». ¿Qué puede haber de más bello? Para tal misión, nosotros estamos listos para darlo todo, no es verdad! ¡Sí, para que los niños y los jóvenes amen la vida y se conviertan a su vez en mensajeros de amor y de paz!

Hermano Yannick Houssay
Superior General

Un regalo

Quiero agradecer al Señor y a todos los que trabajaron en la preparación y realización del Congreso de Educación la oportunidad que me concedieron de participar con ustedes de ese momento de vida menesiana. Lo viví con apertura de corazón, dejando que cada momento y cada persona tocara un poco mi corazón… pero, sobre todo, como intentando hacer presente en mí a los Hermanos de la Provincia de Nuestra Señora del Pilar que se aventuraron a sembrar en esas tierras hermanas, los de los comienzos (pude conocer en Nanclares a los Hermanos Francisco y Fernando), los del mediodía y los del atardecer.

Ilusión renovada

Los tres días compartidos en Bialet, las celebraciones, las conferencias, los tiempos de trabajo en grupo, los ratos libres de conversación y paseo,… me han hecho ver personas ilusionadas, con ganas de seguir sembrando en el surco de la educación menesiana en Argentina y Uruguay. El clima de alegría, de cercanía, de compromiso de cara al futuro,… me anima, reafirma mi identidad, me reilusiona como Hermano.

Compromiso por los niños y jóvenes

La forma de celebrar los 75 años de presencia menesiana en el Cono Sur, poniendo a los niños y jóvenes en el centro, ha sido un acierto. He podido participar de la vocación educadora de cada Laico y cada Hermano, sintiendo en todos las ganas de dar un paso más en la misión, buscando nuevas formas de evangelizar-educando a cada uno de los alumnos que el Padre pone en nuestras manos.

Familia Menesiana

He vivido con ustedes lo que significa misión compartida en el día a día, en la responsabilidad de la organización, en los servicios y tareas, en el sentido de pertenencia de Laicos y Hermanos. Juntos hemos compartido unos días de búsqueda para comprometernos, como Familia Menesiana, a seguir con la tarea que Juan María nos dejó. Gracias. Hagamos partícipes a todos de lo vivido y sigamos sembrando semillas. Que el Señor las haga fructificar para que den mucho fruto. Los niños y jóvenes de hoy necesitan el pan del sentido de la vida y esperan que de nosotros se lo partamos y repartamos.

H. Justino
Superior Provincial
Nuestra Señora del Pilar
España-Chile-Bolivia

Vivir el congreso pedagógico menesiano de educación fue una experiencia muy positiva. Desde el saludo con los participantes de Mendoza uno empezaba a sentirse como en casa y fue la tónica en todo el congreso.
Me di cuenta que estaba en un encuentro que se sabía muy bien hacia dónde iba y las personas que en él participaban lo veían como suyo, se sentía que disfrutaban de algo que habían engendrando y que lo estaban dando a luz con mucho gozo.
La temática y la reflexión poniendo el dedo en la llaga del momento histórico que estamos viviendo en educación un buen acierto.
Los distintos enfoques dados por los panelistas, para que no fuese monocolor la cosa, nos hacían ver personas que podríamos llamar educadores de calle de la educación porque no eran teóricos sino de los que están allí donde las papas queman.
El ambiente que se creó muy familiar y con lo Menesianos a flor de piel.
Un gozo grande fue sin duda compartir las Eucaristías, tan participativas y bien animadas; con signos y gestos claritos para vivir el momento intensamente.
La presencia de los hermanos animando y motivando, estando toda la provincia presente, contentos de contar con el Hno. Superior General, todo un ejemplo.
Felicitaciones porque se lo merecen, ya que supieron entusiasmar a todos desde el espíritu que Juan María quiso dar a sus congregaciones.
Muchas gracias por la invitación.

Hno Félix Corada