Menesianos

Vivir el Capítulo ha sido un tiempo de renovación de compromisos, un tiempo de crecer y trabajar juntos Hermanos y laicos desde diferentes realidades y culturas. Quiera la Providencia que desde aquí, emanen acuerdos y criterios que nos guíen por el camino de una nueva evangelización.

En lo personal, enriquecimiento de mi espiritualidad laical menesiana y apertura de horizontes para llegar a los niños y jóvenes.

La Vida Menesiana un regalo, que se regala.

Yanina Lazo (Llay Llay, Chile)

Muchas veces pensamos que no tienen tanta importancia los lugares, los lenguajes, la disposición… sin embargo pueden resultar, los elegidos contextos, privilegiados para que Dios se cuele y ablande nuestro corazón e ilumine nuestro camino.

En la casa madre, Ploërmel, ha sucedido un acontecimiento: 43 hnos capitulares de 8 provincias y de más de 20 países y 14 laicos invitados han puesto su mente y su alma a la escucha del Señor.

Ha sido una ocasión única para renovar, alimentar y construir el futuro de la familia menesiana, y no hablo de grandes líneas de trabajo, ni de hermosos documentos… lo mejor ha sido el ambiente de comunión, el escucharnos, el mirarnos, el sentirnos próximos, el tratar de comprender la diversidad y amar las diferencias.

Ayer (13/3) apoyamos la frente en la tumba de Juan Maria: uno a uno nos arrodillamos para que nos bendijera y transmitiera el espíritu primero para poder reencontrarnos con la nueva forma de vivir lo menesiano, ahora sólo como FAMILIA. Ojala en cada lugar de misión sepamos apasionarnos juntos.

Bego Planelles
(Madrid, España)

Qué maravillosa experiencia de comunión… qué profunda vivencia de Familia!!! Cuántas riqueza menesiana en cada rincón del mundo!!!

Mi corazón está inmensamente agradecido por esta oportunidad de compartir experiencias, oración, encuentros, fraternidad…

Durante estos días hemos (re) descubierto que la Familia Menesiana y la misión compartida es una realidad que toma cada vez más fuerza y dinamismo en las distintas regiones y comunidades; que caminamos por un mismo sendero acorde a las realidades culturales y a los contextos donde estamos insertos compartiendo la vida.

He renovado mi agradecimiento a Dios por este regalo que me ha dado de ser menesiana, por renovar mi ardor y entusiasmo por la misión que me/nos ha entregado, compartir la vida entre los jóvenes, transmitir el mensaje de Jesús, amarlos siempre.

Que el Espíritu Santo nos de la gracia de continuar trabajando por la Familia Menesiana en cada provincia con un entusiasmo nuevo y la certeza profunda de que estamos caminando por donde Dios nos llama, respondiendo a las llamadas, y desafíos de este tiempo.

María Liliana Pizzio
(VGG, Argentina)