En este día tan cargado de significado para las comunidades de América del Sur, quiero unirme a todos los Menesianos de aquellas latitudes que siguen apasionados por el Reino a la manera de Juan María.
No dejo de dar gracias a Dios, porque a través de la mediación de la Familia Menesiana, entonces no se hablaba de ella de esa manera, un día prendió también en mí el deseo de seguir al Señor en esta gran Familia, para acompañar a niños y jóvenes a descubrir la ‘alegría del Evangelio’.
Hoy, renuevo con ustedes, el deseo de seguir entregando la vida para que el Reino se haga presente entre los ‘pequeños’ en cada una de las comunidades de los cuatro países de América del Sur.
Confío en que, el mismo Espíritu que inspiró a Juan María, seguirá acompañándonos para discernir de qué forma estar presente en medio de los niños y de los jóvenes a la manera de Jesús, brindándoles el tesoro de la fraternidad.
Les encomiendo en mis oraciones para que por la intercesión de Juan María, todos los Menesianos, vivamos las palabras del Papa Francisco:
‘Tu corazón sabe que no es lo mismo la vida sin Él; entonces eso que has descubierto, eso que te ayuda a vivir y que te da esperanza, eso es lo que necesitas comunicar a los otros.‘ EG 121
Fraternalmente en comunión a todos los Hermanos, Laicos, niños y jóvenes Menesianos de Argentina, Bolivia, Chile y Uruguay,
Noticias - 9 de septiembre de 2014 - Hno Guillermo Dávila
“...evitando las contiendas, las rivalidades, las secretas envidias, las palabras de burla, todo lo que hiere, todo lo que divide y altera la caridad.” (Regla de 1835)
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