Hoy 15 de agosto, día en el que se celebra la Asunción de María al Cielo, es un día de fiesta Congregacional.
Tradicionalmente lo fue. Muchos de los HH que nos han precedido y HH nuestros de hoy esta fiesta le es más que significativa porque hacen memoria de sus primeros votos.
Entre nosotros, todos los HH españoles y el Hno Raúl (decano argentino), quien hiciera sus primeros votos de pobreza, castidad y obediencia un 15 de agosto de 1952, hace 57 años.
Juan María era un hombre muy devoto de María. Diariamente le rezaba el Rosario. Hoy muchos hermanos nuestros siguen cultivando su devoción a María, en unos es más manifiesta que en otros… y otros tenemos mucho para aprender y crecer en esto.
Juan María le decía a sus hermanos, a los padres y alumnos en la inauguración de una escuela: “pongamos esta escuela naciente bajo la protección de la santísima Virgen, uníos a mí para pedirla que desde lo alto del cielo vele por vuestros hijos; pidámosla que los proteja y los bendiga, que los preserve de todos los peligros, que les muestre que ella es su madre, haciéndoles crecer cada día en ciencia, en sabiduría, a ejemplo de Jesucristo su divino Hijo” (S.II.p.793. Sermón de hacia 1845)
Su confianza y devoción a María fue transmitida con mucha fuerza a toda la Congregación. Hoy nos unimos a JM y a todos los HH y laicos de la Congregación para decirle gracias. Gracias por nuestra vocación. Gracias por la llamada a ser miembros de la Familia Menesiana. Gracias por invitarnos a rezar y confiar desde nuestras pequeñeces. Gracias por tu ejemplo de escucha y puesta en práctica de la Palabra. Gracias por invitarnos a tener los «oídos atentos y las manos dispuestas» ante los hermanos que sufren.
Madre, sabes de nuestra pequeñez como menesianos en Argentina y Uruguay. Nos confiamos a tu protección y pedimos tu bendición. Pedimos contigo al Padre, si es su deseo, que nos bendiga por tu intermedio con vocaciones menesianas de HH y Laicos. HH y laicos que entretejan su historia con muchos pequeños de nuestro tiempo. Madre, sabes que nos inquieta, a los HH y muchos laicos, la sensación de esterilidad que padecemos. Tú que fuiste testigo de las lágrimas de felicidad de tu prima «la Isabel» cuando estaba esperaba a Juan, ruega al Padre que nos bendiga y nos haga fecundos.
Unión de oraciones y un abrazo en JM a todos.
Noticias - 16 de agosto de 2009 - Hno. Benito, Superior Provincial
“Que cada uno se sienta feliz con la alegría de los demás y sufra con sus penas.” (Regla de 1835)
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