Menesianos

A la distancia, pero con el corazón lleno de rostros, encuentros, recuerdos de vida compartida, me uno a la acción de gracias de todos los Hermanos y Laicos de la Familia Menesiana de Argentina y de Uruguay. Que como nuestra Madre, sigamos abiertos a la sorpresa de Dios, que nos continúa invitando a participar de su proyecto para ‘salvar’ a tantos niños y jóvenes que confía al cuidado de las comunidades menesianas que hacen Reino en aquellas latitudes.

Que la alegría del Evangelio abunde en nuestros corazones como llenó el corazón de María. Que como Ella, los Hermanos sepamos ser testigos  de la fuerza transformadora del Espíritu cuando nos encuentra dóciles al querer de Dios, y que todos, Hermanos y Laicos, seamos fieles discípulos-misioneros del Señor al ejemplo de Juan María y de tantos Menesianos que nos precedieron.

Un abrazo fraterno  y pidiendo al Dueño de la Mies, que nos ayude a ser fieles en nuestra respuesta como María y rogándole que envíe nuevos operarios, Hermanos y Laicos, a trabajar en su Viña.

H. Guillermo